Dé punto Erre punto

Dirán
No hay nada que perseguir
Que la virtud y la elocuencia abundan
en nuestras calles
Que el atletismo del deseo
Es diversión colorinche en fechas consabidas

(Amor
No te escondas en esas yerbas
No amamantes a tu hija del lado del puente que hay que cruzar)

¿el único criterio posible
es nuestra desventura?

Hay más policías en nuestras conciencias que en las calles de noche

Pero es así señores
Tal vez esta tarde me aplaudan mis críticas sociales
(anacrónicas, dice un amigo)
Y luego salgan en silencio
a mutar con el común de la gente
no me hables de lo común
me dirás altanero
háblame de lo bello
pedirás como el peor de los cursis
Entonces te diré que compres
la siguiente cerveza
Y trataré de confirmar lo que dice este poema
mientras lo escribo
esperando que vuelvas con la botella bien fría.

(Ayer, cariño,
Pude ver tu oscura cobardía como
la mayor de las epopeyas)

Quizás pasen muchos años
para cuando esta pequeña culebra
llamada nación
se nos convierta en algo más
que una oficina
en donde depositamos nuestra doble vida
o quizás también esos años decidan irse
a otros lugares menos abismales
y nos quedemos sentaditos
en la salita de espera de la historia.

Esta función se está volviendo aburrida
Se juega a la caza con el saber
y la deducción común
Y creo que esta es la quinta cerveza
Empiezo a articular palabras
de manera horrorosa, pienso en irme a la cama

la gente debe ser devuelta a
una barbarie más honesta
balbuceas a kilómetros de mi atención

Si nos creyéramos de verdad
el cuento que contamos
tal vez todo esto sirva de algo
tal vez tengamos algo que perseguir
y seguir siendo
un poco más animales salvajes
viviendo esta desventura

(Mañana tal vez ya no te eche de menos
Amor
Y me sirva de consuelo
la erosión de mi lengua y mi boca
pasando por tu huella)

las tardes empezarán más tempranos
perseguiremos el sol
o la primera estrella quizá
pero seguro que ambas
alumbrarán nuestras frentes arrugadas

Y el día que tengamos que morir
será porque el tiempo, la noche
(tus huellas, amor)
el sol anaranjado
el planeta y sus deseos
los llevemos en los bolsillos
donde los podamos
gastar a nuestro gusto

Comentarios

  1. wena tobital, me gustó, está bien logrado ese encuentro entre una crítica social y una especia de amor melancólico, ese tono coloquial que escurre a través de los versos y sobretodo el cierre. Eso de poder gastar los planetas que llevamnos en los bolsillos y las huellas del amor... muy bien.

    Un abrazo en la distancia! ojala pases de nuevo un día por mi blog (maraco!)

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  2. Y pensar que fue mío, mucho antes de concebir su nombre, te quiero sureño, desde este norte.D.R.

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  3. MMm si cada vez más poeta che, lo que si como que intentas mucho y te quedas en poco es algo agotador más cortiwis me agradaría más, saludos tobitix.

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